El cuerpo humano es una de las construcciones más sofisticadas y complejas de la naturaleza. Su cuidado y la reparación de posibles afecciones es toda una ciencia llena de ramas, dificultades y especialidades entre las que se encuentra la odontología, que trata algunos problemas que pueden afectarnos de manera transversal. Una de esas problemáticas es la psoriasis bucal: una enfermedad tradicionalmente asociada a la piel pero que también tiene implicaciones para la salud bucodental.
La psoriasis bucal es una situación clínica que suele darse en la boca de aquellos pacientes que presentan psoriasis como enfermedad dermatológica crónica. Su etología, aunque no está todavía determinada, ha sido objeto de numerosos estudios que concluyen en el componente genético como principal causa.
Está considerada como una afectación inmunológica de carácter crónico e inflamatorio, mediada por la secreción de Citoquinas y Linfocitos T. Aunque es poco común que derive en psoriasis bucal, la afectación en la cavidad oral puede provocar lesiones blanquecinas en forma de placas y eritremas en mucosa y paladar.
Una de las lesiones generalmente asociadas a este infrecuente cuadro de psoriasis bucal es la lengua fisurada. Para poder realizar una evaluación y tratamiento correctos, tanto en esta patología como en otras, es importante tener en cuenta la historia clínica y antecedentes del paciente, ya que la evolución de sus lesiones previas puede ser de gran ayuda para el diagnóstico.
En la odontología, la pedagogía es también un factor fundamental con los pacientes. Es de gran importancia explicar a los pacientes que sufren este tipo de afectación que no es de carácter contagioso, y que toda la sintomatología bucal mejora en el mismo momento en el que mejora la situación general de la persona.
Cuestión de hábitos
Al igual que otros problemas que afectan a la boca, los hábitos diarios y los pequeños detalles juegan un papel muy importante. Entre los problemas que pueden allanar el camino a la aparición de la psoriasis bucal hay factores de riesgo como el tabaco, las infecciones previas o el estrés.
Para mejorar su sintomatología, así como las molestias acarreadas por la psoriasis bucal, disponemos de una amplia variedad de medicamentos y protocolos de trabajo. Conceptos y avances como el metotrexato, fármacos relacionados con la vitamina A o ciclosporinas pueden ser de gran ayuda.
Desde Centros Odontológicos Romano, tanto para la psoriasis bucal como para otros muchos problemas, apostamos por la prevención como el mejor plan posible. Una alimentación cuidada, una escrupulosa higiene y el seguimiento del tratamiento adecuado pueden mejorar la situación general de cualquier paciente.
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