De entre todos los problemas de salud bucodental con los que diariamente lidiamos en Centros Odontológicos Romano, de diferentes tipologías, orígenes y niveles de gravedad, la hipersensibilidad dentinaria se ha convertido en uno de los más comunes y, también, de los más molestos y presentes en el día a día. Se trata de un problema común que afecta hasta al 30% de la población sana, incluso en personas con buena higiene oral, y que tiene una mayor incidencia en mujeres de entre 30 y 40 años.
En los últimos años, la hipersensibilidad dentinaria ha aumentado su incidencia, especialmente en jóvenes, por nuevos hábitos de consumo, como el abuso de bebidas energéticas o refrescos. También cabe reseñar que tienen mayor riesgo de sufrir hipersensibilidad dentinaria los pacientes que sufren patologías que ocasionan un medio oral ácido como úlceras, hernia de hiato, bulimia o anorexia, entre otras.
Es un dolor corto, muy intenso y agudo, además de muy subjetivo. Cada persona tiene su umbral de dolor, y la hiperestesia dentinal varía en intensidad. Puede ser desde moderada hasta extremadamente dolorosa. En algunas personas, esta hiperestesia es tolerable, mientras que en otras es un problema que llega a afectar a su calidad de vida, sus hábitos de higiene oral e incluso el tipo de alimentos que toma.
¿De dónde viene la hipersensibilidad dentinaria?
La hipersensibilidad dentinaria está provocada por estímulos externos: calor, frío, aire o alimentos químicos y osmóticos (azúcares o ácidos). En el interior del diente tenemos la pulpa, rodeada por dentina y ésta, a su vez, rodeada bien por esmalte en la corona o bien por cemento en la raíz. Los túbulos dentarios, que forman parte de la estructura de la dentina, están interconectados unos con otros, además hay odontoblastos, las células del diente que tienen un cuerpo (en la pulpa) y una prolongación dentro de los túbulos.
El objetivo del tratamiento es conseguir que el dolor desaparezca. Para ello, hacemos una valoración del estado general de la boca para detectar las causas de esta sensibilidad y poder eliminarlas. Las dos causas más frecuentes de su aparición son la pérdida de esmalte (atrición, bruxismo, abrasión, erosión) y la recesión gingival (enf. periodontal, cepillado, traumatismos y cirugía periodontal).
Para conseguir que el dolor desaparezca, utilizaremos una serie de materiales que nos produzcan un sellado de los túbulos dentinarios. La primera línea de actuación es de forma ambulatoria con colutorios, dentífricos y geles que contienen potasio, principalmente nitrato potásico para reducir la sensibilidad dental. En caso de que no haya mejoría, valoramos sellar las lesiones cervicales con resina y tratamiento coadyuvante ambulatorio con agentes desensibilizantes.
Ante cualquier señal de hipersensibilidad dentinaria, acude a tu profesional odontológico de confianza para que realice una exploración y un diagnóstico. Tu primera cita es gratuita en Centros Odontológicos Romano.
Artículo escrito por la doctora Najwa Boukhzer, especialista en Centros Odontológicos Romano.
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